Hacemos fotos en nuestras mentes, incluso sin que nos lo pidan: leer libros y otros materiales con imágenes vivas no sólo es divertido, sino que también nos permite crear mundos en nuestras propias mentes. ¿Pero sabías que esto sucede aunque no sea tu intención? Los investigadores han descubierto que las imágenes visuales son simplemente automáticas. Los participantes pudieron identificar fotos de objetos más rápido si tan solo leían una frase que describía el objeto visualmente, lo que sugiere que cuando leemos una frase, automáticamente sacamos a relucir imágenes de objetos en nuestra mente.
Los críticos se apresuran a descartar los audiolibros como una experiencia de lectura deficiente, pero las investigaciones han demostrado que el acto de escuchar una historia puede iluminar tu cerebro. Cuando nos cuentan una historia, no sólo se activan las partes del cerebro que procesan el lenguaje, sino que también se activan las partes experimentales del cerebro. ¿Oyes hablar de la comida? Tu corteza sensorial se ilumina, mientras que el movimiento activa la corteza motora. Y aunque piense que esto se limita sólo a los audiolibros o a la lectura, los expertos insisten en que nuestros cerebros están expuestos a narraciones todo el día. De hecho, el investigador Jeremy Hsu comparte: «Las historias personales y los chismes constituyen el 65% de nuestras conversaciones». Así que adelante, escucha la larga e interminable historia de tu compañero de trabajo sobre sus vacaciones, sintoniza la radio o escucha un audiolibro en el coche: es un buen ejercicio para tu cerebro.
¿Alguna vez te has sentido tan conectado a una historia que es como si la hubieras experimentado en la vida real? Hay una buena razón: tu cerebro cree que lo has experimentado. Cuando leemos, el cerebro no hace una distinción real entre leer sobre una experiencia y vivirla realmente. Ya sea leyendo o experimentándola, las mismas regiones neurológicas son estimuladas. Las novelas son capaces de entrar en nuestros pensamientos y sentimientos. Aunque ciertamente puedes entrar en un juego de RV en el centro comercial y pasar un buen rato, parece que la lectura es la experiencia original de la realidad virtual, al menos para tu cerebro.
Cualquier tipo de lectura proporciona una estimulación para su cerebro, pero los diferentes tipos de lectura dan diferentes experiencias con diversos beneficios. Los investigadores de la Universidad de Stanford han descubierto que la lectura literaria cercana en particular le da a tu cerebro un entrenamiento en múltiples funciones cognitivas complejas, mientras que la lectura de placer aumenta el flujo sanguíneo a diferentes áreas del cerebro. Concluyeron que leer una novela de cerca para el estudio literario y pensar en su valor es un ejercicio cerebral efectivo, más eficaz que la simple lectura de placer por sí sola.
¿Quieres realmente darle un entrenamiento a tu cerebro? Coge una novela en un idioma extranjero. Los investigadores de la Universidad de Lund en Suecia evaluaron a los estudiantes de la Academia de Intérpretes de las Fuerzas Armadas Suecas, donde el aprendizaje intensivo de idiomas es la norma, y a los estudiantes de medicina y ciencias cognitivas de la Universidad de Umea. Ambos grupos se sometieron a escáneres cerebrales justo antes y justo después de un período de tres meses de estudio intensivo. Sorprendentemente, los estudiantes de idiomas experimentaron un crecimiento cerebral tanto en el hipocampo como en la corteza cerebral, con diferentes niveles de crecimiento cerebral según la cantidad de esfuerzo y aprendizaje que los estudiantes experimentaron en ese período de tiempo.
Si estás acostumbrado a leer libros de papel, coger un lector electrónico puede resultar muy incómodo al principio. Pero los expertos insisten en que tu cerebro puede adoptar la nueva tecnología rápidamente, sin importar tu edad o el tiempo que lleves leyendo en papel. De hecho, el cerebro humano se adapta a la nueva tecnología, incluyendo la lectura electrónica, en siete días.
Aunque tu cerebro puede adaptarse a los libros electrónicos rápidamente, eso no significa que ofrezcan los mismos beneficios que un libro de bolsillo. Específicamente, carecen de lo que se llama «navegabilidad espacial», pistas físicas como el peso de las páginas que quedan por leer que nos dan una sensación de ubicación. La evolución ha formado nuestras mentes para confiar en las pistas de localización para encontrar nuestro camino, y sin ellas, podemos quedarnos sintiéndonos un poco perdidos. Algunos libros electrónicos ofrecen poco en cuanto a puntos de referencia espaciales, dando una sensación de una página infinita. Sin embargo, con los números de página, el porcentaje de lectura y otras pistas físicas, los libros electrónicos pueden acercarse a la misma experiencia física que un libro de papel.
Las historias tienen un principio, un medio y un final, y eso es bueno para tu cerebro. Con esta estructura, nuestros cerebros se animan a pensar en secuencia, uniendo causa y efecto. Cuanto más lees, más capaz es tu cerebro de adaptarse a esta línea de pensamiento. Los neurocientíficos alientan a los padres a tomar este conocimiento y usarlo para los niños, leyendo a los niños tanto como sea posible. Al hacerlo, estarán inculcando la estructura de los cuentos en las mentes jóvenes, mientras que el cerebro tiene más plasticidad, y la capacidad de ampliar su capacidad de atención.
No todo el mundo es un lector natural. Los pobres lectores pueden no entender realmente la alegría de la literatura, pero pueden ser entrenados para ser mejores lectores. Y en este entrenamiento, sus cerebros realmente cambian. En un programa de lectura diario de seis meses de Carnegie Mellon, los científicos descubrieron que el volumen de materia blanca en el área del lenguaje del cerebro realmente aumentó. Además, demostraron que la estructura del cerebro puede ser mejorada con este entrenamiento, haciendo más importante que nunca adoptar un sano amor por la lectura.
Se siente muy bien perderse en un libro, y hacerlo puede incluso cambiar físicamente tu cerebro. A medida que dejamos ir la charla emocional y mental que se encuentra en el mundo real, disfrutamos de una lectura profunda que nos permite sentir lo que sienten los personajes de una historia. Y esto a su vez nos hace más empáticos con la gente en la vida real, volviéndonos más conscientes y alertas a las vidas de los demás.