Como su nombre lo indica, los gastos variables son los que cambian mes a mes y, por tanto son mucho más difíciles de presupuestar que los gastos fijos. Una buena forma de presupuestar estos gastos es ver nuestro comportamiento del mes anterior y estimar si puede ser igual o un poco más o menos. Cuando se tiene duda es mejor presupuestar más alto.
Es en este paso que se termina de estimar nuestros ingresos y gastos. Todos estos pasos se deben de realizar antes de que empiece el periodo sobre el que estamos presupuestando.